jueves, 31 de diciembre de 2015

Adiós año bonito, hola 2016

Hace un año escribí sobre la entrada en el año bonito, 2015, y lo hice de corazón, esperando que, pasara lo que pasara, fuera el año bonito.

Y lo fue. Ha sido un año en el que han pasado muchas cosas maravillosas. Podría haber acabado de la mejor de las maneras, y no ha podido ser, pero no ha borrado por eso lo bonito que fue mientras duró.

Durante todo el año han pasado cosas muy bonitas y positivas! 

Me llevo sobre todo a mis guerreras, que han estado cuando tenían que estar y han respetado mi silencio cuando lo he necesitado.

A mi sobri, con el que he compartido pocos pero intensos días llenos de risas y de momentos especiales.

La fuerza, que no sé de donde me sale, y el optimismo y las ganas de vivir con las que he afrontado este año.

Los viajes que hemos hecho con nuestra caracolita viajera.

Los dos tratamientos, preciosos los dos, en los que adopté 4 embriones en total y uno de ellos se quiso quedar conmigo, aunque no lo consiguió.

La mayor de las alegrías al poder decir a la familia que íbamos a ser uno o dos más. Esto no me lo quita nadie! No pudo ser, pero ese momento mágico, lo llevaré siempre en mi corazón.

Y muchos muchos buenos momentos.

No sé qué va a pasar en 2016. Empezaremos el año "en descanso indefinido" y no sabemos si lo acabaremos igual, peor o muchísimo mejor. Pase lo que pase, espero que 2016 sea un buen año.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Descanso indefinido

Hoy cerramos capítulo. 

Tras la visita en la que veíamos los resultados de anatomía patológica (normales, por cierto, no hay causa, simplemente se paró), hemos acabado por fín.

Pero hoy, no solo cerramos capítulo sino que plantamos el cartelito de "Continuará..." 


No sabemos por qué camino continuaremos, pero lo que sí tenemos claro es que necesitamos un descanso indefinido. Stop a los tratamientos, a las pruebas, a las visitas... Necesitamos desconectar de todo esto. 

No sabemos si volveremos a intentarlo dentro de unos meses, de 1 año, 2 años... O si volveremos a intentarlo. Ni si haremos el mismo tratamiento u otro, en esta o en otra clínica. No nos hemos rendido, pero estamos en tiempo muerto de forma indefinida. Solo el tiempo nos puede dar la perspectiva que necesitamos para decidir. 

Sigo pensando que lo que nos ha pasado ha sido un gran paso, ahora sé que puedo embarazarme, pero a veces hace falta más que eso. Necesitamos estar los dos al 100%.

Seguiré con el blog, comentando pelis, hablando de infertilidad, o de lo que se me ocurra, a falta de novedades...

Y hoy, también, hace un año que presentamos nuestra solicitud de adopción. "Solo" quedan 6 años. Una eternidad... el camino es lento, pero lo andamos casi sin darnos cuenta, de momento.

Punto y seguido.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

La extraña vida de Timothy Green

Hoy vengo con otra peli de infertilidad. Lo cierto es que me gusta que hayan pelis que traten el tema porque es una forma de dar a conocer la infertilidad, aunque algunas lo hagan mejor que otras. Y esta, es una película totalmente diferente a cualquier otra.

Los protagonistas son una pareja que, tras intentar todo lo posible, les dicen que ya no se puede hacer más. Así empieza, directamente con el mazazo, no sabemos qué hay detrás de su historia, pero sabremos qué hay a continuación.

Ella no puede dejar de llorar, él no puede rendirse sin más, y juntos escriben en unas hojas de libreta qué cualidades tendría su hijo: tendría una gran corazón, sería sincero, tendría el humor del tio Bob, marcaría el gol de la victoria, sería roquero... ¿Y qué hacen con todas esas cualidades? Las meten en una caja y la entierran en el jardín.

La sorpresa viene cuando, durante la noche, descubren que hay un niño en casa, lleno de barro, con hojas en las piernas y que les llama papá y mamá. Entonces se dan cuenta de que es el niño que siempre habían deseado y que, por arte de magia, ha aparecido en sus vidas.

Ya no cuento más, solo he contado lo que supe antes de verla.

Es una peli de fantasía, claro está, y es una película bonita, diferente, que seguro que os llega al corazón.

Las imágenes de los paisajes son preciosas, los colores, la fotografía... increíble! A mí me dan ganas de irme allí a vivir de lo bonito que es.

 (Con lo que me gusta a mí el otoño...)

Y poco más voy a contaros, pero voy a destacar dos frases que para mí significan mucho:

- Sentí que era mío desde la primera vez que le ví. 

(Le contesta a su hermana cuando le dice que pensaba que quería tener "sus propios hijos". Que vaya tela la hermana, por cierto, menos mal que la mía es totalmente opuesta :P)

- Solo puede ir a mejor.

(Responde el niño riendo cuando ven lo mal que se le da el balón)

Ahí lo dejo, sacad vosotros/as vuestras conclusiones ;) 

¿Alguien que la haya visto?

viernes, 11 de diciembre de 2015

Y así fue como acabó

Hace un mes que supimos que estaba embarazada, lo habíamos conseguido, éramos los más felices del mundo aunque con precaución porque sin eco que lo confirmara no queríamos hacernos ilusiones de más. No queríamos, pero era imposible.

Aguantamos hasta la eco casi 3 semanas sin saber nada más que la súper beta. Y en la eco ya sospechamos que se había parado, podía ser que fuera lentorro, pero no fue así. Cuatro días después fui de urgencia porque manché y ya vimos que no, que se estaba yendo, pero por si acaso y como era pronto, me mandaron reposo absoluto que cumplí a rajatabla. Y cuatro días más tarde, de nuevo, la eco que nos confirmaría que no evolucionaba y estaba parado.

Siguiente paso: consulta con el gine de adeslas que trabaja en la clínica y que además tiene su consulta privada. Nos recomienda legrado al pasar el puente.

Y allí nos presentamos 3 parejas a la misma hora. Ingreso a las 6 de la mañana, preparación, gotero de antibiótico, pastillas para dilatar (citotec) a las 7 y a las 9 a quirófano.

Ni las 9, ni las 10... nos dieron las 11... y yo llevaba con dolores tipo regla (he de decir que mis reglas son dolorosas, así que no sirve como referencia) y sangrando desde antes de las 9.

Estaba jodida y cabreada, porque si citas a 3 parejas, cítalas a horas escalonadas, y si soy la última no me digas que a las 9 me operas. La primera estaría con las pastillas 2 horas, la segunda 3 horas y yo más de 4 horas. ¿Era necesario?

Una vez en quirófano, me coloqué en el potro y sin prisa ninguna me colocaron todo. Me chutaron y a dormir.

Cuando desperté recuerdo que dije que quería dormir y me dijeron que me tenía que despertar. ¿Por qué? Me habían hecho madrugar, yo quiero dormir! Y olvidarme de todo...

Me dijeron que luego pasaría el doctor a verme, yo preguntaba si había ido bien y me decían que sí, pero que luego pasaría el doctor.

Me pasaron a la cama, eso lo recordé después, alguien me cogió por debajo de los brazos y creo que una chica por los pies, no recuerdo bien. Y de paseo a la habitación tras pasar por la zona de familiares donde se quedan todos mirando, no sé qué miran, de verdad...

A las 12 estaba en la habitación. Me desperté más y tenía dolor, se lo dije a la enfermera (creo que lo había dicho ya en quirófano, pero está borroso) y me puso algo en el gotero.

El doctor no pasó. Vio a mi marido en el pasillo antes de que me subieran a la habitación y le dijo que había ido bien y que volviéramos en dos semanas a su consulta.

Pero yo me quedé con las ganas de preguntarle cosas. Ni una sola recomendación para los días siguientes, ni una sola duda resuelta, ni el gesto de venir a verme... Tendría ganas de irse.

Conseguí dormir a ratos hasta las 13:30, a las 14h. ya no tenía apenas dolor, y las molestias se fueron poco a poco.

Tenía que levantarme e ir al wc con la ayuda de mi marido, que me llevaba de la mano y en la otra llevaba el gotero. Y supe que me habían sondado, tampoco me dijeron nada, lo supe por experiencias previas, y es que cuesta orinar y duele las primeras veces, luego se pasa.

A las 15h. empecé a beber y a las 15:30 me trajeron la comida, con un yogur de postre (que no me comí, claro) a pesar de tener dieta sin lacteos. Comí con miedo a que me sentara mal y no comí mucho, pero tenía hambre.

Ya me encontraba muchísimo mejor, pero como llevaba el gotero no podía moverme de la cama más que para ir al wc con ayuda.

A las 17h. me trajeron una manzanilla y 4 galletas sin lactosa.

Y a las 18h. pasaron a ver cómo estaba para darme el alta. Entre recoger, papeleos y demás, salíamos a las 19h más o menos.

Y por la noche supe que algo de la comida llevaba algo lacteo.

¿Por qué cuento todo esto?

Porque yo no sabía cómo era esto y me hubiera venido bien que alguien lo contase.

Como habréis podido imaginar, han habido 3 cosas que no me han gustado nada.

- La dieta, que a pesar de avisar de mi intolerancia a los lacteos, la comida no la tuvieron en cuenta, yo pensé que se les había colado el yogur, pero por lo visto, no era solo el yogur que no me comí. Culpa mía por no asegurarme, pero en realidad son ellos los que tienen la responsabilidad de no intoxicar a un paciente.

- La forma de trabajar del doctor, o más bien, de tratar con el paciente. No será mal doctor, la verdad es que médicamente no tengo queja, y eso es importante, por supuesto. Pero citar a la gente como borregos y luego no preocuparse por pasar a ver a la paciente son dos detalles fatales. Tan fatales que si antes pensaba que si me gustaba me atendería él el parto cuando me llegue el momento, ahora tengo claro que no. 

Sé que si lo comparo con otros sitios y médicos peores, no tengo ninguna queja, pero este es mi cuento.

Hasta aquí la parte racional, la retransmisión de los hechos, la parte emocional me la dejo para cuando esté preparada.

Aunque no los responda, tengo que decir que agradezco todos y cada uno de los comentarios que recibo. No me siento con ánimos para responder uno a uno, así que... gracias por los comentarios, por los ánimos y por vuestra paciencia.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Un gran paso

En todos estos años que llevamos intentando ser padres, nunca, nunca, me había quedado embarazada. Hasta ahora, siempre había existido la duda de si yo podría quedarme embarazada algún día.

Y ya puedo decir que lo he estado. Ha durado poco, pero fue bonito mientras duró. Claro que sufrimos nervios temiendo lo que al final pasó, y miedos, y paranoias, pero ahora sé lo que se siente al poder decir a los más allegados que van a ser abuelos y tíos. Y es maravilloso.

Es felicidad.

Nuestra felicidad ha durado muy poquito, nuestro vaguete se paró muy pronto, y la semana que viene me harán un legrado. 

Es algo a lo que siempre tuve miedo, sufrir un aborto es algo horrible, y "sufrirlo después de tantos intentos, después de tanta lucha, debe ser fatal" (me decía yo). 

Y bueno, no deja de serlo, pero no puedo dejar de ver el gran paso que hemos dado! 


¡Puedo embarazarme! Antes nadie podía asegurármelo, pero ahora sé que sí! Ahora tengo motivos por los que luchar, no es una lucha a ciegas! 

Así es como lo veo, como lo siento, y como quiero seguir viéndolo. 

Es duro, no voy a negarlo, pero me siento más fuerte que nunca cuando siempre pensé que me hundiría del todo. Pero ahora me toca a mí ser el apoyo de mi marido, ayudarle a levantarse o tumbarme con él un ratito.

Quizás sea porque lo intuí, antes de la eco, me negaba a verlo porque no tenía experiencia y me obligaba a pensar en los casos de 0 síntomas. Quizás sea porque lo ví en el momento en que se vió el saquito, supe que ahí faltaba algo, y al principio quise confiar en que era un vaguete y crecería más tarde, pero cuando manché y vimos la eco de nuevo, lo supe. Si hubiera habido algún avance hoy, me hubiera sorprendido tanto como lo haría si me miro al espejo y veo otra cara que no sea la mía.

Sea como sea, tenemos que seguir luchando. Ahora más que nunca. Pero paso a paso, primero tenemos que cerrar capítulo, luego descansar, y ya decidiremos el siguente paso.