A finales de 2012, viendo que lo nuestro iba para largo, decidimos poner en marcha nuestro proyecto probeta. Compramos una hucha y nos privamos de todo lo innecesario. Lo triste es que si ya salíamos poco, menos lo hicimos desde entonces, pero no nos dolía porque era por una buena causa. Le llamamos Proyecto Probeta.
Y con nuestros ahorros, y sin dejar de seguir ahorrando, a finales de Abril de 2013 nos fuimos a Crea. Ya os conté la primera visita. A parte de analíticas, a mi marido le pidieron repetirse las ecos porque una de ellas no la teníamos y la otra decía poco, así que nos fuimos al 9 d'Octubre esta vez, y la diferencia fue enorme. Al salir nos dieron un sobre y un cd con las imágenes, lo cual es mucho más cómodo para llevarlo en nuestra carpeta (habíamos pasado de una carpeta A5 a una clasificadora A4 que cada día está más llena).
La segunda visita (finales de Mayo 2013) fue para ver resultados en la consulta del andrólogo. Los cariotipos normales, las analíticas también, y las ecos, después de verlas, las consideró normales, el varicocele no tenía la más mínima importancia (como ya nos dijo el de la eco del 9 d'Octubre), y en principio no parecía haber ningún problema.
El seminograma salió mejor pero seguía sin ser suficiente. Le recetó otras vitaminas (Seidiferty), dos tipos de pastillas para la próstata y demás, y un antibiótico que se tiene que tomar durante 10 días cada vez que me baja la regla. Vamos, que se toma al día de 6 a 8 pastillitas. Además de la maca, que le comentamos y dijo que no había problema.
El seidiferty lo venden en la farmacia por 82€, y necesita 1 caja al mes, así que compramos las cajas de 2 en dos por internet a 68€ cada una para no pagar gastos de envío, así nos ahorramos 14€ por caja. A día de hoy llevamos gastados 400€ solo en estas vitaminas. Para el resto tiene receta del médico de cabecera y no son muy caras.
Le mandó otro seminograma y volver en mes y medio a las dos consultas, la del andrólogo y la de la ginecóloga.
Volvimos en Julio 2013. El seminograma había mejorado un poco, las pastillas habían hecho algún efecto, pero no el esperado. Como no se veía nada más, el siguiente paso fue algo que se suele hacer en parejas que han abortado varias veces: columnas de anexina y FISH.
Son pruebas caras y antes de decidir nos dieron presupuesto. 855€ en total.
Por mi parte, en la ginecóloga, vió mis análisis, tenía un poco de anemia, por lo que tuve que tomar hierro, y la antimulleriana, que nos decía que no había que entretenerse mucho. Lo demás todo bien. Además nos explicó muy bien cómo sería el proceso en caso de que saliera mal alguna de las pruebas de él, aunque no esperábamos vernos en la situación.
Durante el mes de Agosto se hizo las dos pruebas y en Septiembre volvimos al andrólogo.
Iré al grano. Las dos habían salido mal. Si hubieran sido las columnas no habría problema (yo le llamo "el colador" cuando hablo con la familia para que me entiendan), se "cuela" y listo, pero como el fish también había salido mal (en la meiosis de los espermatozoides, algunos se dividen mal los cromosomas, de forma que unos tienen más de 23 y otros menos de 23), no teníamos más opción que hacer DGP (Diagnóstico Genético Preimplantacional).
En
realidad sí tenemos opción, y es probar a hacer la icsi sin DGP, pero en
este caso pueden pasar dos cosas que no deseamos: que no funcione o
abortemos, o que el bebé tenga alteración en los cromosomas
(malformaciones, síndrome de down, etc). Digo que no teníamos más opción
porque no queremos vernos en esa situación, y no creemos ser capaces de
abortar, pero tampoco queremos darle una vida dificil a un niño a
sabiendas de que podía ocurrir, ni hacerlo sufrir, solo por nuestro deseo de ser padres, no a cualquier precio.
Nos
fuimos a casa bastante deprimidos. Lo pasamos mal unos días, lo
hablamos, valoramos otras opciones, y poco a poco lo fuimos asumiendo.
En
nuestro caso, el DGP no nos entra por la Seguridad Social, así que no
teníamos muchas salidas, era gastarnos un dinero que no teníamos y a
cambio, pocas probabilidades de éxito.
En
la siguiente consulta con la ginecóloga, para ver ya qué íbamos a
hacer, hablamos mucho sobre ello, sobre otras opciones, acudir a donante
de esperma, o donante de óvulos, o directamente al embrión. Pedimos
presupuesto de todo en administración, y como no sabíamos qué hacer, nos
propuso comentar nuestro caso con todo el equipo y valorarlo todo,
incluso el económico.
Si alguien necesita los precios aproximados de los tratamientos que me lo diga en un comentario.
En
la siguiente entrada os cuento qué decidimos, después de pasar una
semana pensándolo y sacando cuentas, y valorando todo lo que nos dijo la
doctora en las dos consultas. Hablamos tanto, que solo necesitamos un
minuto a solas para decidirlo allí mismo.