domingo, 14 de noviembre de 2021

42 otoños

Si me has leído alguna vez, probablemente sabrás que me encanta el otoño, no sé bien si es por la luz, los colores, el sonido de miles de pajarillos en los árboles del pueblo, la oscuridad temprana de la tarde o las temperaturas menos extremas. Quizás sea la melancolía que desprende, o que percibo yo.

Puede que también sepas que en otoño cumplo años, lo he mencionado alguna vez. Pero este año, este otoño, cumplo 42. Una edad que poco significado puede tener para el mundo, no es un número redondo, pero que para mí sí lo tiene.

Cumplir 42 años significa que ya no cabe la posibilidad de que mi hijo/a tenga menos de un año cuando nos conozcamos. 

Lo esperaba, hace tiempo que lo acepté, pero mentiría si dijera que una parte de mi no tenía aún un cachito de esperanza. Creer que por algún milagro o algún giro del destino, antes de la fecha, mi móvil se iluminaría mostrando en la pantalla un número largo y que al descolgar me citarían para empezar todos los trámites (y que me daría tiempo). Porque, sí, tras casi 7 años de espera, seguimos en el mismo punto, sin mover ficha, esperando a que todo el mecanismo se ponga en marcha.

También temiendo todo lo que nos espera cuando nos metamos de lleno en cursos, entrevistas, visitas... y deseando que no sea tan duro como cuentan. Será porque nos hemos acostumbrado a la estabilidad y, sinceramente, da un poco de pereza y vértigo meterse de nuevo en la lucha, una diferente a la que ya conocemos y probablemente temida por eso mismo. Pero también con muchas ganas, si me permites la contradicción.

Pero no hay milagros ni maravillosos giros del destino, y me entristece pensar que no voy a ser mamá de un bebé de meses, pero quiero seguir creyendo que valdrá la pena esperar, y que mi hijo/a será el/la que tenga que ser con la edad que tenga que tener, y que a partir de ahí viviremos todo aquello a lo que estemos destinados a vivir.

42 otoños significa el fin de un rayito de esperanza, del sueño de tener un bebé. Pero también, estar aquí en este punto, define un poco más nuestro futuro, le va dando forma, si es que eso tiene algo de sentido. 

Estamos más cerca, cada día, cada otoño, de estar juntos.

 


martes, 27 de abril de 2021

Día de las madres

 Cada año, desde que soy infértil, lo paso tremendamente mal el día de la madre, así como las semanas anteriores. La publicidad por la tele, radio, redes sociales, correos electrónicos, etc, te recuerdan que, otra vez, otro año, no es tu día, no has conseguido ser madre.

No soy la única, suele ser un sentimiento muy generalizado, y sin embargo lo seguimos sufriendo año tras año.

Quizás ya te sentías madre de ese hijo/a que perdiste, quizás llevas toda la vida sientiéndote madre, quizás tienes esperanza en serlo pronto, quizás lo estás intentando con todas tus fuerzas, y durante días tienes que sufrir el calvario de recibir por todas partes recordatorios diciéndote que no, que no eres madre.

Y duele, ya lo creo que duele.

Tengo que reconocer que llevo días pensando que este año está siendo bastante light, me pregunto si se han relajado un poco o soy yo, que ya no me siento tan "atacada", que ya no le doy la misma importancia, que espero con infinita paciencia el día que llegue mi hijo/a.

Pero hoy me ha pasado algo que no puede dejar de emocionarme.

Por primera vez en mi vida, he visto un anuncio de publicidad en el que no me he sentido menospreciada por no ser madre, no me he sentido triste ni excluída. Me ha parecido tan extraordinario que he entrado en la web y les he escrito para felicitarles y darles las gracias de todo corazón.

¡Bravo por esas empresas que muestran respeto!

 

 

Siguen haciendo publicidad en un día tan marcado como este, pero lo hacen con respeto y, vamos a admitirlo, abriendo el abanico de posibilidades y atrayendo así más clientes, pero mira, a mi ya me han ganado y los tendré en cuenta si algún día lo necesito.

Os dejo enlace al spot publicitario por si os veis con ganas y fuertes: https://youtu.be/6v9aoyalxTI

Nota: No me pagan por hacerles publicidad, ni recibo nada a cambio, lo hago voluntariamente porque me parecen dignas de mencionar y un ejemplo a seguir.