Después de un par de días de reposo, llegó el día de la transferencia.
Acudimos el día indicado a FIV de La Fe a las 8:30 de la mañana, allí dejamos la hoja del protocolo y nos dijeron que nos llamarían, pero que no era necesario que empezara a beber para llenar la vejiga, que ya nos avisarían, así que nos sentamos en la sala de espera. A esperar y esperar.
Pasadas las 10, salió el biólogo y empezó a llamar a las parejas para informarles de cómo había ido todo. A nosotros nos tocó los últimos, entramos en un despacho y nos explicó lo siguiente:
Sacaron 6 óvulos, como ya me habían dicho el día de la punción, pero solo 4 eran maduros. Tras el ICSI, 3 de ellos no siguieron adelante, pero teníamos uno "de calidad excelente", así que eran buenas noticias.
Al principio, cuando te dicen que de 6 te has quedado con uno, piensas que es muy poco, pero por lo menos tenemos uno. Pero tras el choque inicial y al decirnos que era tan bueno, todos los reparos se esfumaron y casi saltamos de alegría.
Ahora tocaba volver a esperar porque hasta las 12:30 no empezarían a llamar a las chicas para las transferencias. Al final me llamaron a las 13:30 aproximadamente (tras una hora con la vejiga llena, creía que iba a explotar).
El paseo es parecido. Cuando te llaman te dan la bata, los peucos y el gorro y te mandan al vestuario. Te cambias y vas solita andando en bata hasta el antequirófano, vamos, en bata sin nada debajo por delante de las puertas de la sala de espera de la UCSI. Qué vergüenza!
Creo que ya no me dará vergüenza cuando vengan visitas a casa y me pillen en pijama! Bueno, sí. XD
Al llegar al antequirófano te sientan en un sillón como los del día de la punción cuando te levantan, y a esperar el turno. Entras andando al quirófano, te preguntan el nombre y te echas sobre el potro-camilla-loquesea, te colocan y te ponen el ecógrafo para localizar el útero (desde fuera), presionan y no veas cómo fastidia porque te meas! Aun así, lo más molesto es el espéculo.
Viene el biólogo y me pregunta el nombre completo, recuerda que tenemos un embrión de muy buena calidad y las chicas comentan que está genial, que más vale uno muy bueno que dos regulares. Ahí, subiendo los ánimos en todo momento, no es broma!
Lo dificil es encontrar "el agujerito", ya que les cuesta y tardan un ratito en el que el biólogo casi se lleva el embrión a la incubadora de nuevo, pero por fín lo consiguen, se vé una rayita blanca en la pantalla y lo introducen en el útero. Comprueban que el embrión no esté en la cánula, lo que significa que está dentro, y ya está. Me dan la enhorabuena y me desean mucha suerte.
A culadas paso al sillón, que han tumbado previamente, y me sacan al antequirófano a esperar un ratito tumbada.
Después te inclinan el sillón para que te levantes sin esfuerzos y te vas andando al vestuario a cambiarte y a orinar por fín. Salí con una sonrisa de oreja a oreja, mi marido me esperaba en la puerta con otra sonrisa igual o más grande que la mía, y me comentó que salíamos todas muy contentas.
Al salir me puse la progesterona, tal como me dijeron mientras estaba tumbada. A la noche otra, no necesariamente después de las 12 horas, es como una extra y luego sí cada 12 horas.
Y a casa!! A echarse al sofá de reposo para que se coja bien fuerte!! Y a esperar y esperar y esperar...
Sabemos que no es fácil, pero queremos pensar que se va a quedar con nosotros, aun sabiendo que existe la misma posibilidad de que no se quede, pero queremos pensar que sí, hay que ser positivos!! Hasta ahora hemos hecho todo lo que hemos podido, ahora solo queda esperar, y que sea lo que tenga que ser.