miércoles, 17 de septiembre de 2014

No es imposible

Cada vez que un médico nos ha dicho que no es imposible que me quede embarazada por el método diver, he pensado: "vale, pero lo que quiero es quedarme embarazada" No me consuela si las posibilidades son muy bajas.

Hoy por hoy me aferro a esa esperanza porque no me quedan muchas opciones. No puedo decir que ya haya aceptado por completo que es posible que no me quede nunca embarazada. Sigo aceptándolo y haciéndome a la idea. Pero tampoco diré que no duele, porque duele mucho, solo que acumulo menos presión. 

Se me pasan los meses y los años, y atrás quedó ese tiempo en que "con tu reserva ovárica, puede que el año que viene ya no puedas", ha pasado ya más de un año, y no pienso volver a hacerme análisis de la antimulleriana, pero es evidente que mi reserva es muy baja. Así lo confirmó la semana pasada mi ginecólogo en la revisión anual: "Tus posibilidades son muy bajas". Lo tengo mal, tanto por el método diver como con ICSI. 

No me he levantado porque no me caí, y no sé si eso es buena o mala señal. Ahora mismo soy como una línea horizontal sin altibajos. 

Estoy cansada de médicos, pruebas, intentos, esperanzas rotas, y de esperar, esperar y esperar. Quiero que esto termine, pero también quiero que termine bien. 

Sea como sea y pase lo que pase en los próximos meses, no olvido que "no es imposible", porque me gusta pensar que puede que algún día la vida me dé una sorpresa.




...Así que seguiremos encantados de intentarlo!! :P

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Casi un imposible

Con la vuelta al curro he recordado una entrada que dejé a medias porque estaba de bajón, trataba sobre algo casi imposible: La conciliación entre el trabajo y los tratamientos.

Es curioso que hubo una época en la que creíamos importante estar trabajando a la hora de quedarnos embarazados, y ahora resulta que para estarlo nos vendría muy bien estar sin trabajar!!

En poco más de 7 meses hemos tenido 4 tratamientos, dos cancelados, uno intentamos aprovecharlo para una inseminación (ya que no podía ser fiv) y el último fue el que mejor funcionó y llegamos a la betaespera.

Mis jefes conocen mi caso y hasta me desean suerte, pero lo cierto es que no es fácil para nadie. Además de los montones de consultas de los últimos años, cada cierto tiempo tengo tratamiento, lo que significa llegar tarde, fallar día sí día no, y luego unos días en casa. La última vez me lo ví tan mal que lo planteé en La Fe porque no me podía permitir tanto, y me lo arreglaron lo mejor posible, pero aun así, lo pasé mal.

No me veía capaz de elegir, claro que no tengo por qué elegir! No tengo un trabajo en el que pueda elegir el momento de las vacaciones, ni puedo cogerme unos días, ni pueden sustituirme, ni cambiar los horarios. Intentan cubrirme lo mejor posible, pero hay veces que no se puede.

Lo peor de todo es cuando tengo que decirles que voy a fallar, o que tengo esto o lo otro. Decir que empiezo tratamiento no es difícil porque siempre empezamos con ilusión y es sí o sí, pero cuando tengo que ir a consulta y no sé cuando voy a salir... 

Todo sería más fácil si no tuviera que dar explicaciones a nadie, si no tuviera obligaciones, sería mucho menos agobiante, pero nos ha tocado así, y no puedo dejar el trabajo para dedicarme a ello, cosa que sí podría hacer si no me gustara tanto mi trabajo y no estuviera a gusto, o no me hiciera tanta falta, pero tengo lo que realmente me gusta, así que me tengo que aguantar con la parte negativa y hacerlo lo mejor posible.

La vuelta al trabajo me ha hecho recordar todo esto, porque además nos acercamos a finales de año y si todo va bien nos mandarán el sobre dentro de poco. Espero que todo vaya bien y no tenga problemas esta vez, lo que tengo claro es que no quiero estresarme.