lunes, 17 de septiembre de 2018

Un año después

Se acerca el otoño, y yo, que tanto puse de mí aquí, en este pequeño rinconcito secreto (y no tan secreto), tengo la necesidad de volver, de contar a quien quiera leer cómo es la vida de una infértil que decidió dejar la lucha para vivir.

Como la vida misma, la mía tiene una gran variedad de aspectos en los que influye mi situación, de los que espero hablaros poquito a poco, abriendo mi corazón a cada poco.

No pretendo ayudar a nadie, ya no, ahora debo ayudarme a mí. Se acabaron los médicos, las pruebas, las decisiones, los tratamientos... la medicina evoluciona a pasos tan grandes que no os serviría ya mi experiencia. Me centraré en el lado emocional, pero perdonadme si no puedo ser vuestro pilar, vuestro apoyo. He de decir que lo siento, pero he de mirar por mí. Si necesitas ayuda, puedes ponerte en contacto con la Asociación Red Nacional de Infértiles, te dejo en buenas manos.

Los días de duelo quedaron atrás, quizás el duelo quedará siempre por ahí escondido en algún lugar de mi corazón, pero la tristeza ya se fue, ya salí a flote para respirar. Tampoco negaré que hay días en los que escuece la herida, pero la cicatriz es para toda la vida, para bien y para mal. 

Estoy segura de que notaréis cuando escuece, espero entonces no pecar de borde, pero no prometo nada.

Soy consciente de que mis entradas siguen leyéndose, por lo visto algunas aun sirven a bastante más gente de la que podría esperar, así que para diferenciar el antes y el después, las nuevas entradas estarán escritas en azul (si no se me va la olla y se me olvida, todo puede pasar). Me siento un poco como Michael Ende ahora mismo, solo que antes siempre era Bastian y ahora siempre seré Atreyu, o al revés, qué más da, la cuestión es que siempre me ha molado a mí esto de ser un poquito friki.


(Así ando ahora, cabalgando a Fujur)




Imagen: La historia interminable (película)

2 comentarios:

  1. Hazme sitio en el Fujur ese para seguir cabalgando a tu lado vale?
    Valiente, eso es lo que eres.
    Y me parece de genial que te cuides y mimes, a ti y a tus sentimientos. Toca mirar por ti y punto.

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    1. Sabes que en mi Fujur siempre habrá sitio para ti, pequeño saltamontes :P

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