lunes, 23 de marzo de 2020

Días duros

Me encanta tener tiempo para mí, poder dedicarme a una tarde de spa casero en mi propio baño para mimarme, organizar mi horario de trabajo, limpieza y tiempo libre a mi antojo, madrugar o dormir hasta tarde si me apetece, disfrutar del silencio de mi casa, tirarme horas en el sofá leyendo o viendo una serie nueva, buscar y preparar actividades nuevas para mis alumnos sin prisa, refugiarme con mi manta mientras fuera está lloviendo, o hacer esas cosas que nunca haces porque nunca es el momento.

Podríamos decir que soy afortunada por no tener que encargarme de mis hijos, porque el trabajo nunca se acaba, porque no se les puede quitar el ojo de encima, porque puedo descansar... 

Y sin embargo no siento que lo sea, porque estos días son duros para todos, y en mi día a día echo de menos las risas de los niños/as, su alegría, dar y recibir su cariño... 

No puedo evitar pensar y sentir que, si fuera madre, se me haría menos cuesta arriba todo, que tendría en casa la alegría de los niños/as, que me obligarían a sonreír más, y aunque me hicieran pelear, discutir, y estuviera agotada desde que me levanto hasta que me acuesto, estos días serían menos duros.

Pero como siempre, nos tenemos que conformar con lo que tenemos y sacar de ello las fuerzas para seguir adelante, con la ilusión de que algún día cambiarán las cosas, de que pronto podremos salir a la calle y reanudar nuestra lucha.

Tampoco puedo evitar pensar que debería dar gracias porque esta locura de guerra no me haya pillado en tratamiento o metida de lleno en la lucha, en la espera de resultados, en la espera de donante, en la espera de... Creo que no hay palabras de ánimo para todos aquellos que os encontréis así, solo nos queda poner un paréntesis a nuestras vidas y volver a esperar como tantas veces hemos hecho y seguiremos haciendo, si en algo somos expertas las infértiles es en esperar, y también en desesperar, la verdad sea dicha, pero les llevamos ventaja al resto, eso es innegable.

Hoy me he caído, he tropezado con mis temores, me he dejado llevar por todo ese miedo, incertidumbre, desconocimiento y soledad, y he decidido levantarme de nuevo para hacer frente a los retos que me ponga la vida, me gusten o no. Es hora de reinventarse.



4 comentarios:

  1. Son días duros para todos, sea cual sea la mochila que se lleve. Pero te mentiría si te dijese que yo no he pensado en la grandiosa putada que es que esto te pille metida de lleno en el mundo de la reproducción asistida... Uffff
    Me sumo a esas palabras de ánimo para los que sí están en esa situación.
    Y también te mentiría si te dijese que no he pensado en cómo serían mis días de confinamiento sin ella... Aunque muy fugazmente porque me duele demasiado...
    Y deseando estoy que tú vida deje de tener esos preciados ratitos para ti, ese tiempo para leer, para montarte un spa, para ir sin prisas y dormir aprisa jeje
    Bueno, tu ya me entiendes no?
    Pues eso, que me encanta leer tus entradas cuando hablas de que estás sanando y me duele leer cuando hablas de que se abren heridas y duelen. Pero para eso estamos!
    Un abrazo y a re re re inventarse las veces que haga falta!

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    1. Pero tú sabes que son momentos, días a lo sumo, y con amigas como vosotras una se levanta aunque no quiera jajaja

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  2. Hola, Te mando un beso, hoy me he puesto a leerte y he encontrado consuelo y comprensión en algunas de tus lineas, y me he sentido menos sola, Gracias.

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    1. Me alegra que te hayas sentido menos sola, este camino nos hace sentirnos solos demasiado habitualmente, pero somos mucha gente en esta situación con sentimientos similares (a veces incluso iguales), por eso nos comprendemos y nos sentimos reconfortados aunque solo sea para darnos cuenta de que no somos bichos raros. Un abrazo, guapa!

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